El servicio de traumatología y ortopedia del Hospital Veterinario Retiro cuenta con una gran experiencia en el diagnóstico y tratamiento médico y quirúrgico de las patologías ortopédicas que, de manera más frecuente, afectan a nuestras mascotas.
Algunas de estas patologías más frecuentes son la displasia de codo, la displasia de cadera, la osteocondritis y osteocondrosis, la luxación rotuliana, la rotura de ligamento cruzado anterior, la osteodistrofia hipertrófica, las fracturas o la luxación coxofemoral.
Nuestro servicio está dotado de la experiencia y la tecnología necesarias para poder ofrecer las últimas técnicas para el tratamiento de estas patologías.
En el caso de la rotura de ligamento cruzado, realizamos técnicas biomecánicas como son la TPLO, la CTWO, la TTA, técnicas intraarticulares o técnicas extracapsulares.
Para la displasia de caderas realizamos la implantación de prótesis de cadera, doble y triple osteotomía de cadera, sinfisiodesis juvenil o atroplastia.
En caso de displasia de codo: PUO, PAUL, coronoidectomía subtotalo tratamiento vía artroscopia de OCD.
Y en el caso de luxación coxofemoral: Toggle pin.
Además, damos especial importancia al diagnóstico precoz de la patología ortopédica de nuestras mascotas. Realizamos estudios de displasia contando con el método PennHip para el diagnóstico más precoz de la patología ortopédica.
Si su mascota tiene roto el ligamento cruzado anterior, acuda a nuestros veterinario poniéndose en contacto al teléfono 917 94 85 34 o rellenando nuestro formulario de la página de contacto.
La rodilla es una articulación sinovial compleja compuesta por las siguientes estructuras:
Esta articulación presenta un rango complejo de movimientos que comprenden la flexión y extensión y rotación cuyo rango articular oscila, desde los 40 en flexión hasta los 150º en plena extensión, con un límite normal de movimiento de unos 110º, presentando la superficie articular proximal de la tibia una angulación respecto al eje de la tibia de 25º aproximadamente.
En términos biomecánicos, durante la locomoción se genera una fuerza de empuje craneal sobre la tibia que se ve contrarestada por el ligamento cruzado craneal que evita por tanto el desplazamiento craneal de la tibia con respecto al fémur. En contraposición, el ligamento cruzado caudal es el encargado de abolir la traslación caudal de la tibia durante la extensión. Ambos ligamentos limitan la rotación interna de la tibia durante la flexión, lo que junto a la acción de los ligamentos colaterales confiere estabilidad a dicha articulación, al limitar tanto la rotación interna como la rotación externa de la tibia durante la extensión.
De la misma manera, la función de los meniscos es fundamental a la hora de soportar la carga y repartirla, siendo relevante su función tanto en la absorción de los impactos como en la estabilización la rodilla en general.
Entre las causas de rotura del ligamento cruzado craneal (RLCC) se incluyen:
La avulsión que se produce más frecuente en animales jóvenes dado su esqueleto inmaduro consiste en la pérdida de sujeción del ligamento a su punto de inserción, en el que con frecuencia se produce el desprendimeinto de un pequeño fragmento óseo, bien del fémur o de la tibia. La rotura traumática del ligamento se debe a la sobrecarga del mismo, como en casos de hiperextensión traumática y rotación interna de la tibia excesiva. Por último, puede estar relacionada con cambios degenerativos y crónicos en el ligamento.
Existen varios factores predisponentes a esta patología:
Los animales con rotura del ligamento cruzado anterior suelen presentar una cojera de apoyo que suele ser intermitente y que puede observarse tanto en frío como tras el ejercicio.
Durante la manipulación de la articulación de la rodilla, se aprecia dolor tanto a la flexión como a la hiperextensión, pudiendo evidenciarse crepitaciones a nivel articular.
Así, en casos crónicos puede apreciarse una notable atrofia del cuádriceps y fibrosis periarticular que resulta más evidente en la cara medial de la articulación afectada, apreciándose tanto efusión articular como dificultad para palpar el ligamento patelar ante la tumefacción e inflamación a este nivel.
Además, un hallazgo característico en perros con rotura del ligamento cruzado anterior es la postura característica al sentarse, que generalmente cursa con la extremidad afectada en extensión.
El diagnóstico se realiza fundamentalmente mediante la exploración física del paciente y mediante métodos de diagnóstico por imagen como son las radiografías en proyecciones ortogonales, fluorosocopia, la resonancia magnética y la exploración directa mediante artroscopia o artrotomía.
Durante la exploración del paciente se pueden realizar pruebas específicas para determinar la integridad del ligamento cruzado anterior.
Para el diagnóstico radiográfico se realizarán radiografías en proyecciones ortogonales, así como radiografías en compresión tibial.
La realización de una radiografía lateral de la tibia realizando test de compresión tibial permitirá apreciar el desplazamiento de la tibia con respecto al fémur, habiéndose determinado este hallazgo en hasta el 97% de los casos de RLCC por la que la sensibilidad y especificidad de este test resulta muy elevada. Además el desplazamiento distal del sesamoideo gastrocnemio y la obliteración de la grasa infrapatelar que generalmente se relaciona con un aumento del líquido sinovial (efusión articular) y que puede venir acompañada de la distensión de la fascia del gastrocnemio, un hallazgo radiológico poco descrito, pero frecuente.
Además, se presentarán osteofitos o entesofitos tanto en la región craneal del punto de unión del ligamento cruzado anterior con el área intercondiliar de la tibia, así como en el polo distal de la rótula, en los márgenes osteocondrales de los bordes trocleares, el margen proximomedial de la tibia y en la zona de unión del ligamento colateral medial. En aquellos casos más crónicos es posible encontrar también osteofitos en el margen del cóndilo lateral de la tibia.
El tratamiento de elección en la rotura del ligamento cruzado es quirúrgico, pero en algunos casos puede optarse por un tratamiento conservador combinando tratamiento farmacológico (antiinflamatorios) y rehabilitación.
Existen multitud de tratamientos para devolver la estabilidad a la articulación de la rodilla y se debe estudiar en cada caso cuál es la técnica más indicada en cada paciente. No todos los pacientes van a ser candidatos a una técnica en concreto. Actualmente contamos con multitud de técnicas quirúrgicas como puedan ser técnicas extracapsulares, biomecánicas, técnicas de sustitución y reconstrucción de ligamento cruzado.
La técnicas quirúrgicas que ofrecen una mayor estabilidad a la rodilla son aquellas basadas en la osteotomía de la tibia. El objetivo de la osteotomía es modificar la biomecánica de la rodilla para conseguir la mayor estabilidad posible. En líneas generales se realiza un corte (osteotomía) en la tibia y luego se estabiliza realizando una osteosíntesis con placas específicas. Diferentes estudios han mostrado una mayor eficacia en la recuperación de la movilidad de la rodilla y reducción en la aparición de osteoartrosis cuando se utilizan este tipo de técnicas. Además, es la técnica de elección en animales de gran tamaño.
El manejo postoperatorio incluye 2 puntos básicos:
-Tratamiento médico: administración de antiinflamatorios para el control del dolor y la inflamación.
-Rehabilitación: es importante que el paciente recupere la movilidad de la extremidad lo antes posible. Se recomienda realizar paseos cortos evitando el ejercicio intenso las 8 primeras semanas. Los programas de rehabilitación con expertos en el campo son de gran ayuda para facilitar la recuperación y evitar complicaciones.
Esta patología se manifiesta normalmente en forma de cojera aguda en el paciente y necesita ser intervenida cuanto antes para evitar causar males mayores.
Actualmente, en el Hospital utilizamos diferentes técnicas para solucionar este tipo de problemas:
– Prótesis intraarticulares de tejido autólogo o sintético como pueden ser los tejidos de fascia Lata.
– Técnicas de osteotomía correctora de la nivelación de la meseta tibial como pueden ser la TTA o TPLO.
– Una de las técnicas utilizadas en el centro en los últimos años y que, como podréis ver en el video, produce resultados fantásticos y devuelve su plena calidad de vida a los pequeños es la utilización de prótesis de ligamentos Évolig.
En el vídeo podréis ir descubriendo las distintas técnicas que existen para poder poner fin a este problema y garantizar así la buena salud de cada mascota.
¿Qué técnicas biomecánicas existen?
Existen tres técnicas: TTA, TPLO y CTWO. Es muy importante saber indicar en cada caso la que es más recomendable para el paciente que tenemos en consulta en ese momento en concreto.
¿Cuál es el objetivo de estas técnicas?
Se busca acabar con el efecto de compresión tibial o de empuje craneal de la tibia que determina la clínica y la cojera de los pacientes que sufren rotura de ligamento cruzado anterior. De esta manera, el paciente no sufrirá esa incapacidad y ese dolor asociado a la compresión tibial.
¿Cómo actúa el hospital cuando hay un paciente con esta patología?
Es muy importante realizar una exploración tanto de la ortopédica como de la marcha del paciente así como funcional. Primero se realizará con el paciente despierto y luego con el paciente bajo sedación. Se realizará además, un estudio radiológico para ver las estructuras y conocer la inclinación del plato tibial.
¿Cuál es el resultado conseguido con estas técnicas?
Cualquiera de estas tres técnicas nos va a dar un resultado óptimo y va a resultar en una recuperación satisfactoria del paciente.
Casos de rotura de ligamento cruzado anterior y distintas soluciones para poder poner fin al problema
En muchas ocasiones, la rotura de ligamento cruzado anterior viene precedida de otras lesiones y patologías como puede ser la luxación de rótula, como ha ocurrido en el caso de Bubba, la protagonista del vídeo.
En primera instancia, realizamos una exploración exhaustiva y un análisis funcional de la articulación para conocer el verdadero estado de la lesión. La luxación de rótula del paciente deriva en rotura del ligamento cruzado anterior porque ha desaparecido el soporte craneal que tiene la rodilla con la rótula cuando esta se ha luxado. De esta manera se fuerza demasiado el ligamento cruzado y este termina rompiéndose, desgarrándose o generándose laxitud o incompetencia en el mismo.
Para poder poner fin a las dos patologías optamos por una técnica modificada de injerto de ligamento autólogo con fascia lata y, además, una infiltración de factores de crecimiento para generar una mayor integración del tejido autólogo en esa rodilla y conseguir así la ligamentización de la fascia.
Por suerte la paciente respondió muy bien a la cirugía y ahora nos encontramos trabajando con ella en su recuperación para que consiga volver a tener un ritmo de vida completamente normal lo antes posible.
El caso de Peet, el paciente que podéis ver en el vídeo, es muy curioso debido a su poca frecuencia dentro de las patologías veterinarias. Se trata de la rotura de ligamento cruzado anterior en gatos.
Esta patología es poco habitual debido a que la elasticidad que presentan las articulaciones de los gatos son mucho mayor que la del perro pero sin embargo, en algunos casos como este, si que se producen incompetencias a causa de traumatismos en el mecanismo del ligamento cruzado y de su estabilización.
La solución para el paciente ha sido pasar por quirófano poniéndose en manos de nuestro cirujano jefe Fernando Pérez. Una vez allí descubrimos que el ligamento no estaba roto sino que debido al traumatismo se había quedado laxo y no cumplía su función. Esto significa que probablemente ese tejido se ha distendido y por dentro las fibras de colágeno del ligamento se han fisurado y se ha generado la incompentencia dentro de ese mecanismo.
La mejor solución para conseguir devolver esa estabilidad a la rodilla ha sido la utilización de la prótesis de Évolig con unos microtornillos que se insertan en los cóndilos del fémur y de la tibia para que la estabilización quede perfecta.
Pocas horas después de la cirugía ya empezaba a dar sus primeros pasos por nuestro hospital y ahora se encuentra en sesiones de rehabilitación con nuestro equipo especializado para conseguir recuperar el 100% de su movilidad en el menor tiempo posible.
Lucas es un bichón maltés que acude a consulta por presentar cojera en una de sus extremidades posteriores.
Tras la realización de las pruebas pertinentes determinamos que el paciente padece una rotura de ligamento cruzado anterior.
Existen múltiples opciones quirúrgicas para resolver este problema pero, debido a la gran inclinación que presenta la meseta tibial del paciente, nuestro especialista el Dr. Pablo Mata considera que la mejor de ellas es la CTWO.
Esta técnica consiste en la nivelación de la meseta tibial, cortando una cuña de hueso en la tibia proximal. Esta cuña debe tener los grados necesarios para producir la nivelación.
Por suerte, meses después realizamos a Lucas su última radiografía de revisión y está estupendo, sin cojera y con muchas ganas de vivir.
Lucas es un Yorkshire terrier de 7 años que padece una luxación bilateral de rótula de manera congénita y, que en una de sus extremidades posteriores ha derivado además, en una rotura de ligamento cruzado anterior.
Este tipo de problemas es muy habitual en esta raza. En el vídeo podéis ver del procedimiento quirúrgico con la prótesis específica de Évolig para acabar con esta patología.
Tras la intervención quirúrgica, el paciente debe permanecer siempre ingresado durante las primeras horas post – cirugía en el hospital para luego poder volver a casa y acudir periódicamente a sus sesiones de fisioterapia y rehabilitación hasta que pueda recibir el alta definitiva.
La luxación coxofemoral es la dislocación de la articulación de la cadera que provoca el desplazamiento de la cabeza del fémur de su sitio en la cavidad acetabular.
Este problema produce la ruptura de la cápsula articular y otras estructuras de soporte de la cadera, incluidos los ligamentos y con frecuencia el hueso.
Normalmente viene producida por un traumatismo, pero la degeneración articular o la displasia de cadera aumentan el riesgo.
Los síntomas más habituales que solemos ver en pacientes que han sufrido una luxación coxofemoral son:
– Dolor de aparición repentina.
– Dificultad o imposibilidad para caminar.
– Dependiendo de la luxación, una o ambas patas en postura «anormal», por ejemplo, con la rodilla hacia fuera y el talón hacia dentro
Casos de rotura de ligamento cruzado anterior y distintas soluciones para poder poner fin al problema
La técnica de évolig la utilizamos en el Hospital como alternativa a la artoplastia en casos de luxación de cadera para respetar siempre en cada caso la anatomía natural del animal.
Normalmente, las luxaciones de cadera acude al Hospital en calidad de urgencia veterinaria y siempre los primeros pasos son la estabilización y preparación del paciente para un posterior paso por quirófano de este.
En el vídeo podéis ver el paso a paso de esta técnica y como posteriormente los resultados son óptimos y muy pocos días despues de la intervención el paciente ya puede volver a caminar y gozar de plena calidad de vida.
MONET es un cachorrito de Teckel de solo 9 mesecitos de edad que acudió al servicio de urgencias del Hospital tras haber sufrido un atropello que le causó un cuadro de politraumatismo. Enseguida, el equipo de urgencias se pone manos a la obra para intentar estabilizar al paciente para poder asegurarse de que no existen daños en sus órganos vitales. Para llevar a cabo este proceso, se realizan radiografías donde, en una de ellas, se puede observar una leve contusión pulmonar y un leve neumotórax que por suerte responden bien al tratamiento hospitalario de Monet. Una vez que su vida no corría peligro, puede ser metido a quirófano en manos del traumatólogo el Dr. Pablo Mata para poder estabilizar una fractura diafisaria de tibia y una luxación sacroiliaca que afectaba a su pelvis. Por suerte, hoy Monet ya está completamente bien y en casa y nosotros una vez más felices por la fuerza de estos pequeños y la confianza de todos vosotros.
Milo es un gatito que acude a nuestro servicio de urgencias por haber sufrido una caída desde una altura aproximada de 3m que le había producido una cojera aguda de un miembro pélvico. Nuestro Veterinario especialista en traumatología, el Dr. Pablo Mata, y el resto del equipo de urgencias del Hospital, rápidamente se ponen manos a la obra para intentar ayudar al paciente con la mayor brevedad posible.
El primer paso es realizar pruebas de imagen, en concreto en este caso radiografías, de la zona dañada para garantizar un diagnóstico certero. Aquí vemos que Milo padece una fractura diafisaria en uno de sus fémures y que la solución a la misma es quirúrgica ya que los fragmentos están muy desplazados. Inmediatamente entramos a quirófano con el gatito para intentar reducir y estabilizar la fractura y debido a las condiciones tanto de la fractura como del paciente, consideramos que la mejor opción es la utilización de un sistema de fijación externa. Afortunadamente, en un periodo no superior a 8 semanas, la fractura ya tenia un buen callo óseo y ¡PUDIMOS DAR EL ALTA A MILO!
Zuca acude a nuestro servicio de urgencias porque ha sufrido una caída desde un cuarto piso. La paciente llega en estado de shock, con un politraumatismo severo y además con signos de traumatismo craneoencefálico que le ha producido una fractura en la rama mandibular derecha. Rápidamente, nuestro equipo de urgencias se pone manos a la obra para estabilizar a la pequeña y unas horas después, ya con la gatita estable procedemos a evaluar el estado de las lesiones. En este momento es cuando descubrimos la lesión que revestía mayor gravedad era una lesión en el carpo de su extremidad anterior izquierda, concretamente detectamos una fractura y luxación de varios de los metacarpianos por lo que Zuca debe pasar por quirófano. El procedimiento quirúrgico llevado a cabo por el Doctor Pablo Mata consiste en una artrodesis de ese carpo para dotar de estabilidad a la lesión y sobretodo para que la paciente no sufra dolor. Actualmente, Zuca se encuentra completamente recuperada y en casa, ya sin dolor y descansando de nuevo junto a su familia.
Mycky es un American Stafford de 5 años de edad que acude consulta en el Hospital por presentar cojera en una de sus extremidades delanteras. Rápidamente nuestro equipo de traumatología, encabezado por el Dr Pablo Mata, se pone en acción el caso del paciente y tras realizar una primera exploración y un estudio radiológico descubre que Mycky presenta signos de enfermedad ortopédica, concretamente una displasia de codo. La displasia de codo es una enfermedad hereditaria y del desarrollo donde se observa una incisura anómala a nivel cubital que crea una incongruencia con la tróclea humeral. Esta deformidad se observa como en forma de fragmentación, fisura o erosión del cartílago de la articulación. Se inicia con la aparición de signos de artritis y evoluciona hasta la osteoartrosis.
A continuación, se realiza una Tomografía computarizada (TAC) para concretar el alcance de la lesión, y es aquí donde se descubre que el paciente padece una enfermedad del compartimento medial, concretamente una fragmentación del proceso coronoides medial y una OCD que le afectaba al cóndilo humeral medial.
Para poner solución al problema, se decide que la mejor opción es realizar un procedimiento artroscópico ya que tiene un gran valor pronóstico y diagnóstico y que además permite llevar a cabo el proceso quirúrgico para solucionar alguna de las lesiones que estaban presentes en el caso.
Por suerte, el procedimiento resulta un éxito, se realiza una coronoidectomía subtotal y un buen curetaje del hueso subcondral para fomentar la generación de cartílago y de esta manera poder asegurar así que el paciente en el futuro goce de la mejor calidad de vida posible
Para hablar de este tema os queremos contar el caso de DUNA, una Shetland que acude al servicio de traumatología y ortopedia con el especialista Pablo Mata, porque durante el paseo, sus propietarios han detectado que desde hace ya algún tiempo recoge una de las extremidades sobretodo cuando va al trote.
En primer lugar, se realiza una exploración exhaustiva y una valoración funcional en la que se detecta que la paciente padece una luxación patelar de grado 2 y que necesitaba cirugía para realinear el eje extensor de la rodilla que es la intención quirúrgica que se realiza en este tipo de pacientes.
¿Cuáles suelen ser las causas de este tipo de lesiones?
Principalmente, en razas pequeñas y razas toys, esta lesión va ligada a una falta de desarrollo del surco troclear.
En el vídeo se pueden ver las imágenes de las 3 maniobras quirúrgicas que se han realizado en este paciente en una sola intención: Trocleoplastia, transposición de la tuberosidad tibial y una imbricación de la cápsula articular.
El resultado de las tres cirugías ha sido una realineación del eje extensor de la rodilla
Tras la intervención quirúrgica, es importante reforzar la recuperación del paciente con sesiones de fisioterapia y rehabilitación para hacer que su vuelta a la normalidad llegue con la mayor velocidad posible.